El amigo del pequeño tiranosaurio

Autoras: Florence Seyvos - Anaïs Vaugelade
Editorial: Corimbo

¡Hola queridos lectores! Hoy quiero compartir con ustedes una emocionante actividad que tuvo lugar en nuestra biblioteca el jueves pasado. Durante esta aventura prehistórica, nos sumergimos en el mundo de los dinosaurios a través de la lectura del encantador cuento "El amigo del pequeño tiranosaurio"


 Había una vez un pequeño tiranosaurio que no tenía amigos, porque siempre se los comía. "¡Perdón, perdón!", decía inmediatamente. Pero, claro, demasiado tarde. Una mañana llegó un ratoncito al bosque…
Una historia cautivadora que narra la vida de un pequeño tiranosaurio que anhelaba tener amigos, pero debido a sus instintos carnívoros siempre terminaba comiéndoselos. Con tristeza, el pequeño tiranosaurio aprendió la importancia de la amistad y el control de sus impulsos.
Después de despertar nuestra imaginación con el cuento, llegó el momento de poner manos a la obra. Preparamos una mezcla de pasta de sal utilizando ingredientes simples que todos pueden encontrar en casa: harina, sal y agua. Esta pasta de sal nos permitió crear una sustancia maleable y moldeable, perfecta para dar forma a nuestros fósiles de dinosaurios.

Con las manos llenas de entusiasmo, cada participante comenzó a moldear la pasta de sal, dándole forma de huellas y siluetas de dinosaurios. Para hacerlo aún más emocionante, utilizamos dinosaurios de juguete como moldes, presionándolos sobre la pasta para dejar sus huellas marcadas y las formas de sus cuerpos. Esta actividad no solo fue divertida, sino también una excelente manera de estimular la creatividad y la destreza manual de los pequeños.






 

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